Desde 1986 siguiendo el legado de Fotografía Matrán, es la tercera generación dedicada a la fotografía. Carmen ha sido pupila directa de su familia, ha vivido la transición de la fotografía analógica a la digital, combinado ambas técnicas para conseguir captar la imagen perfecta.
Nuestra filosofía de la fotografía es dignificar a la persona y no quitarle protagonismo con atrezzos innecesarios, jugando con la luz para alcanzar el máximo relieve. Nuestros clientes son los que ponen la magia en cada uno de nuestros trabajos. Buscamos la naturalidad en cada una de las fotografías que realizamos.
Seguimos el legado familiar, creemos en la esencia de las primeras fotografías y en los nuevos métodos que nos permiten las tecnologías. Somos un estudio que nos formamos día a día para no quedarnos anclados en los antiguos enfoques, conservando lo mejor de lo analógico y sumarlo a lo mejor de lo digital.